Esta prueba analiza si las plaquetas (las células que ayudan a detener el sangrado) están funcionando correctamente.
Se usa para detectar riesgos de sangrado, antes de una cirugía, en personas con problemas cardíacos, o para revisar si un medicamento está afectando la coagulación.
También puede ayudar a diagnosticar enfermedades raras que afectan la coagulación, como la enfermedad de von Willebrand.
Cómo prepararse